POEMA DE UNA NIÑA QUE NO TENÍA MIEDO A LOS MONSTRUOS

 Te escondías en el armario
porque le tenías miedo a la gente:
Si dan golpes en la mesa mientras cenan,
gritan por cosas absurdas,
apartan la vista,
se avergüenzan de su cuerpo,
odian,
tiran del pelo,
pisotean,
señalan con el dedo,
insultan con voz de trueno,
miran con indiferencia,
agreden,
hieren,
disparan,
matan…
¿Qué podrían hacerme a mí
que soy simplemente una niña?
Los monstruos no están debajo de la cama
o donde se guarda la ropa de los 80’
cuando mamá y papá eran jóvenes,
más jóvenes si eso.
Los monstruos me despiertan por la mañana,
me enseñan matemáticas,
me traen un regalo por navidad fingiendo ser otros,
me sirven el zumo de naranja en una cafetería cualquiera,
me dan un caramelo por no llorar,
me cantan una nana,
me entregan el ticket para subirme a la noria
y ver la ciudad iluminada desde lo alto,
me dan una bofetada por negarme a ponerme un vestido incómodo
o me tatúan sus labios en la mejilla cada noche.
Los monstruos sois vosotros.

Vosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario