Kurt Vonnegut [Oliver Morris/Getty Images]
Una nota muy corta
El viejo Kurt hablaba claro a pesar de que escribía rápido. Estuvo en Dresde y no se murió. Se escapó del matadero. Otros no tuvieron tanta suerte. Ahora ya está muerto. El final siempre es el mismo, el trayecto, diferente.
Y ahora el poema…
Pasaste sin hacer
mucho ruido.
Yo estaba sentado en
un banco
leyendo a Kurt
Vonnegut.
Aún no entiendo al viejo.
Unos niños jugaban a cosas de niños en la arena.
Dejaste todo patas
arriba tras la última huella.
El cosmos se agrietó
por una esquina
y dentro de unos años
se vendrá abajo.
Quise largarme contigo
a cualquier parte
saltando entre los
restos de aquel parque
arrasado por tu estela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario