EL DÍA QUE SUPE QUE MI PADRE HABÍA SIDO UN NIÑO


Escena "Érase una vez el oeste" [S. Leone]


Mi padre no dice mucho,
cuatro palabras justas:
buenas,
si,
no,
vale…
que lleva junto a las llaves del coche
y un par de monedas
en el bolsillo de un chándal
heredado de su hijo mayor.
Cada día está más viejo,
más blanco,
más muerto,
se hace pequeñito por el peso del mundo.
Se entretiene mirando al paisaje
sentado en el banco de piedra,
cultivando un huerto demasiado poblado
o viendo películas de vaqueros
del siglo pasado.
Todo bajo un silencio atronador.
Una vez le vi llorar
recordando a su madre
y supe que él también
había sido niño,

él también había sido hijo.

1 comentario: